Queridos odistas, Inauguro el 2025 con un tema que hace tiempo me inquieta, ¿van a desaparecer los menús en papel? Por lo menos aquí en Chile, no sé dónde vives, son escasos los físicos.
Totalmente de acuerdo, prefiero el menú de papel o pedir directamente lo que me gusta, pero al parecer tendremos que acostumbrarnos. Gracias por la Oda! Abrazo
Los detesto. Luego se quedan cientos de QR de menús en rl teléfono y cuando regresas al mismo restaurante no eres capaz de encontrarlo pq la mayoría de los negocios no le dan al enlace un nombre reconocible...y vuelta a empezar.
Amo las cosas de papel, el origami, los barcos de papel navegando en un arroyo, me traen recuerdos felices de mi infancia y de la de mis hijos, amo el collage, me gusta mucho recortar fotos, letras,componer cosas, me encantan los álbumes de fotos reales, me gusta el olor de las librerías, oír las hojas pasar, el papel artesano, y hacer un menú en papel, y mandar cartas de verdad escritas a mano, hacer dibujos en papel, y las revistas de verdad, recordar fotos y leerlas, tocarlas, guardarlas....
Solo que no caben, luego las mudanzas son terribles, los estantes acaban cediendo al peso y los riñones y los lumbares también!
Y los árboles, la naturaleza, las tintas tóxicas, la sostenibilidad...
En fin , creo que somos ,de otro tiempo, nos hemos quedado en lo de resistirse al avance...
Ame tu oda, gracias.
Yo sé lo importante que es un buen menú impreso y manuscrito, igual que la decoración de un buen restaurante o la vajilla y la comida...
Querida Judith, dos almas gemelas unidas por las Odas y el papel. Me pasa lo mismo que a ti ¿qué hacemos con tanto recuerdo? ¿Como justifico tanto uso de papel? Pero una no e perfecta, si nos volvemos esclavas de lo sincrónico, ¿para qué tendremos manos, olfato? Siento que a veces, cuando voy a un restaurante, me vuelvo una vieja insoportable preguntando ¿tienen menú el papel?
A mí me gusta más el papel para los menús, pero no me molesta demasiado el código QR. Yo le he encontrado una ventaja. Al quedarse guardados en el teléfono me permite mirarlos, de vez en cuando, para sacar ideas para mis comidas o cenas cuando no sé qué cocinar o siento que me repito demasiado.
¿Se lo debemos a la pandemia que nos condenó al mundo digital? Estuve hace poco en Barcelona y Florencia, les prometo, fueron muy, muy pocos los lugares donde tuve que recurrir a mi teléfono. Puedo entender los argumentos en pro de este nuevo sistema: los establecimientos ahorran dinero al no tener que imprimir cada vez que cambian algo de la carta, pueden modificar los precios con mayor facilidad, aparecen las calorías, no hay que estar limpiándolos, ni ocupan espacio para guardarlos. Todo es más rápido, como debe ser los tiempos actuales. Al parecer poco importa que los de la llamada “cuarta edad” les cueste ver lo que ofrecen, alguien estará ahí para ayudarlos.
Si, en España hay pocos, y yo protesto cuando hay. Todos deberían protestar si no quieren.
Suscribo totalmente. Es innegable las ventajas de lo digital, pero un menú físico, siempre hará la diferencia. En los tiempos de la inmediatez y lo simplificado, todo aquello que pase por nuestros sentidos nos hará sentir la realidad, nos hara sentir cercanos, personales. Lo otro, lo digital tecnológico, será siempre tan frío y distante como la muerte misma.
Pero debemos ser sinceros, realistas: lo digital no se irá. Tendremos que navegar por ambas aguas, a veces más húmedas y otras, secas como el desierto. En ese contraste, se encuentra la magia
Totalmente de acuerdo, prefiero el menú de papel o pedir directamente lo que me gusta, pero al parecer tendremos que acostumbrarnos. Gracias por la Oda! Abrazo
¿Seremos minoría?
Los detesto. Luego se quedan cientos de QR de menús en rl teléfono y cuando regresas al mismo restaurante no eres capaz de encontrarlo pq la mayoría de los negocios no le dan al enlace un nombre reconocible...y vuelta a empezar.
¡Bravo! Somos dos en nuestra campaña mundial contra menú de QR
Muy interesante 😊. Lo incluimos en el diario 📰 de Substack en español?
Yaaaaaaaa
Si quieres, ponlo en la zona de comentarios por favor:
https://columnas.substack.com/p/buena-experiencia-de-usuario-en-substack
Lo acabo de hacer, verifica que era lo que me pedías por favor
Amo las cosas de papel, el origami, los barcos de papel navegando en un arroyo, me traen recuerdos felices de mi infancia y de la de mis hijos, amo el collage, me gusta mucho recortar fotos, letras,componer cosas, me encantan los álbumes de fotos reales, me gusta el olor de las librerías, oír las hojas pasar, el papel artesano, y hacer un menú en papel, y mandar cartas de verdad escritas a mano, hacer dibujos en papel, y las revistas de verdad, recordar fotos y leerlas, tocarlas, guardarlas....
Solo que no caben, luego las mudanzas son terribles, los estantes acaban cediendo al peso y los riñones y los lumbares también!
Y los árboles, la naturaleza, las tintas tóxicas, la sostenibilidad...
En fin , creo que somos ,de otro tiempo, nos hemos quedado en lo de resistirse al avance...
Ame tu oda, gracias.
Yo sé lo importante que es un buen menú impreso y manuscrito, igual que la decoración de un buen restaurante o la vajilla y la comida...
Amo los "rituales"
Querida Judith, dos almas gemelas unidas por las Odas y el papel. Me pasa lo mismo que a ti ¿qué hacemos con tanto recuerdo? ¿Como justifico tanto uso de papel? Pero una no e perfecta, si nos volvemos esclavas de lo sincrónico, ¿para qué tendremos manos, olfato? Siento que a veces, cuando voy a un restaurante, me vuelvo una vieja insoportable preguntando ¿tienen menú el papel?
A mí me gusta más el papel para los menús, pero no me molesta demasiado el código QR. Yo le he encontrado una ventaja. Al quedarse guardados en el teléfono me permite mirarlos, de vez en cuando, para sacar ideas para mis comidas o cenas cuando no sé qué cocinar o siento que me repito demasiado.
Esa es una buena mirada. Yo voy cerrando ventanas de los menús
¿Se lo debemos a la pandemia que nos condenó al mundo digital? Estuve hace poco en Barcelona y Florencia, les prometo, fueron muy, muy pocos los lugares donde tuve que recurrir a mi teléfono. Puedo entender los argumentos en pro de este nuevo sistema: los establecimientos ahorran dinero al no tener que imprimir cada vez que cambian algo de la carta, pueden modificar los precios con mayor facilidad, aparecen las calorías, no hay que estar limpiándolos, ni ocupan espacio para guardarlos. Todo es más rápido, como debe ser los tiempos actuales. Al parecer poco importa que los de la llamada “cuarta edad” les cueste ver lo que ofrecen, alguien estará ahí para ayudarlos.
Si, en España hay pocos, y yo protesto cuando hay. Todos deberían protestar si no quieren.
Suscribo totalmente. Es innegable las ventajas de lo digital, pero un menú físico, siempre hará la diferencia. En los tiempos de la inmediatez y lo simplificado, todo aquello que pase por nuestros sentidos nos hará sentir la realidad, nos hara sentir cercanos, personales. Lo otro, lo digital tecnológico, será siempre tan frío y distante como la muerte misma.
Pero debemos ser sinceros, realistas: lo digital no se irá. Tendremos que navegar por ambas aguas, a veces más húmedas y otras, secas como el desierto. En ese contraste, se encuentra la magia
Así tal cuál...