Oda al reciclaje #141
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Queridos amigos,
En mi casa me dicen la Greta Thunberg chilena, lo que es bastante exagerado. Soy pro reciclaje pero me aplico menos de lo que me gustaría. Si bien me preocupo de poner en distintos contenedores el vidrio, los cartones y los tetrapak, aluminio, plástico y papel, no me considero una fundamentalista. También, cuando puedo, compro bebidas en envase de vidrio y si voy a ocupar desechables me preocupo que sean de material reciclado o compostables, incluso he encontrado unos de bambú que son maravillosos, pero bien escasos.
Mantener la compostera implica un esfuerzo mayor, ahí está en el jardín. Hay que separar los alimentos orgánicos de los inorgánicos y en la cocina hay un mini basurero donde desechamos los cuescos, los restos de verduras y frutas, las cáscaras de huevos, los fósforos. Esto lo tiramos en el cajón del compost, lo cubrirnos con tierra, algo vital porque en caso contrario se llena de bichos. A medida que estos desechos se van descomponiendo se transforman en abono muy rico en nutrientes. Las lombrices son fundamentales en el proceso de descomposición que se generan a partir de los desechos y de la humedad del ecosistema. Yo soy la única de mi familia que cuida mi cajita, el resto, tan pronto puede, se libera del yugo y lo olvida. También tengo una huerta y a ella no le dedico tanto tiempo y me ha costado bastante que se den los frutos. No sé si es demasiado sol, muy poco, exceso o no de agua. Además, hay que dedicarle una buena cantidad de horas y bien se me olvida o no me dan ganas.
¿Por qué hago esto? Siento que es lo mínimo para contribuir a que no se expanda nuestra agresión al medio ambiente. Siempre he creído que los cambios personales sí tienen un impacto. Quizás soy muy soñadora y a momentos me dan ganas de detenerme y no seguir en este camino, pero suena más trabajo de lo que es. Aunque para los que viven conmigo sea un de dolor de cabeza, mis hijos (espero) siempre se van a acordar de que la mamá los hinchaba para reciclar. De hecho, cuando estoy con personas que no lo practican me tengo que contener para quedarme callada y clasificar los desechos.
En el verano, como les conté en la “Oda al té”, anduve en Brasil y ahí no se reciclaba, tanto envases de bebida como tetrapak se iban al mismo tacho de basura. Me pregunté hasta dónde llegaba mi buena práctica porque ni siquiera intenté cultivar este arte. No era mi casa, ni mi país pero yo seguía siendo la misma, ¿o no?. A veces, sueño creyendo que si en comunidad nos propusiéramos hacerlo, todo iría mejor. Me refiero a mis vecinos, mis amigos y familiares, tendríamos un mejor ecosistema y en algo aliviaríamos al planeta. No soy de las que abogan por la tragedia del cambio climático aunque estoy segura de que mis acciones contribuyen a una mejor calidad de vida y a preservar la naturaleza. ¿Estás de acuerdo?
¿Qué pensara Katya Adaui sobre el reciclaje? De eso no conversamos pero sí sobre muchos aspectos ligados a su historia familiar y su proceso creativo. Por eso te invito a escuchar la entrevista en profundidad que salió el viernes en el podcast Espiral.
Mis recomendaciones
Una película: Costa Brava, Líbano de Mounia Akl (2021, Netflix). Está vinculada a la Oda de hoy. La familia Badri escapa de la contaminación tóxica de Beirut y busca refugio en una utópica casa de montaña, pero de pronto llegan unas retro excavadoras y grúas a trabajar en el terreno. Es la invasión misma del desperdicio contada de una manera elegante. Te la recomiendo.
Una novela: La hija única de Guadalupe Nettel. Esta novela la he enseñado en tres talleres y ha tenido muy buena acogida. La autora, que es de México, narra la historia de Laura, Alina y Doris, mujeres que enfrentan de una manera muy particular la maternidad.
Mis momentos
Estoy agradecida: De que mi marido me acompañó al doctor.
Algo que aprendí: Esto lo descubrí en un podcast sobre la historia del chocolate. Moctezuma recibió a Hernán Cortés con una misteriosa bebida oscura, porque originalmente el chocolate era consumido como de esa manera, y era básico en la vida de los aztecas que la utilizaban como moneda de intercambio o parte de los rituales religiosos.
Fui feliz: Porque Marco Antonio de la Parra y Lyuba Yez estarán en el lanzamiento de Todos nuestros fuegos, además de la lectura de la actriz Ingrid Isensee.
Lee. Escribe. Crea con reciclaje.
Karen.
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